Muchos estudiosos del Tarot tienen la teoría de que, en el fondo, este oráculo es el relato de un viaje. Al principio de este, tenemos a El Loco que decide salir al mundo con nada más que su experiencia para conocer a la realidad… Y aquí, al final de este viaje, está
El Mundo, el último Arcano Mayor.
El Mundo se representa así en el primer Tarot de la historia (Marsella, siglo XV): una mujer cruza un aro hecho de olivos. La observan cuatro criaturas.
¿Qué significa esta carta? El Loco ha llegado al final de su viaje tras grandes dificultades. Y se ha transformado del todo: ha pasado de ser hombre a ser una mujer, a estar vestido de finos ropajes a entender que el estado natural es la desnudez de espíritu. Esta carta nos señala que la manera de superar las dificultades es ser uno mismo, siempre.
¿Qué es ser uno mismo? Dominar la materia y el espíritu del que estamos hechos. Por ello los representantes de los 4 elementos observan a la mujer con aprobación: el Toro (Agua), el Águila (Aire), el Grifo (fuego) y la Virgen (tierra). Observan a este ser completo, independiente, que cruza victoriosa el símbolo del triunfo: el olivo.
No hay otra manera de triunfar en la vida que no sea aferrarse a lo que somos: entendernos, luchar contra nuestras limitaciones, aceptarnos, amarnos… Esa es la enseñanza que El Loco ha comprendido. Es la que debemos aprehender para ser seres completos y plenos.
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